Nuestros pies son grandes trabajadores que, lejos de recibir el debido agradecimiento, a menudo son maltratados e ignorados. Estas maravillas de la evolución, fundamentales para que podamos ser bípedos, comprenden un complejo sistema de huesos, músculos, tendones y ligamentos sometidos a constante presión.
Por todo ello es importante cuidarlos y estar atentos a señales como las siguientes:
Adormecimiento:
Constante adormecimiento, pérdida de sensibilidad o punzadas pueden ser señales de diversos problemas que tu médico debe diagnosticar. En ocasiones se relacionan con daños en los nervios, problemas circulatorios o con complicaciones de la diabetes.
Dolor:
Debemos prestar atención a cualquier dolor o inflamación persistentes. En ocasiones, por ejemplo, ciertos problemas renales se manifiestan en la inflamación y dolor del dedo gordo del pie.
Heridas:
Hay que atender cualquier herida, muy en especial cuando hay diabetes de por medio, pues la enfermedad genera pérdida de sensibilidad y en consecuencia hasta una pequeña lesión puede complicarse.
Resequedad:
A veces los problemas de resequedad de la piel en los pies se deben simplemente al uso de zapatos inadecuados, pero otras veces pueden ser señal de una deficiente hidratación o de la presencia de hongos.
Lunares y manchas en las uñas:
Al igual que en cualquier otra zona del cuerpo, la aparición de lunares oscuros, de rápido crecimiento o sangrantes ameritan una inmediata visita al dermatólogo para descartar cáncer de piel. En ocasiones, el melanoma se manifiesta en pigmentaciones anormales en las uñas de los pies o manos.
Talón doloroso:
El dolor persistente en el talón puede tener diversas causas. Podría tratarse de una inflamación en el tendón de Aquiles o en la totalidad del pie o ser síntoma de problemas articulares.
Calambres:
Los calambres frecuentes son una importante señal a tomar en cuenta para que tu medico diagnostique diversos problemas. Pueden estar asociados, por ejemplo, a la ingesta de un medicamento o a enfermedades cardiovasculares o diabetes.
Frío:
Los pies y manos frías son comunes y normales en muchas personas, pero si el frío se acentúa o es de reciente aparición podría relacionarse con problemas en la glándula tiroides.
Juanetes:
Esta dolorosa deformidad puede generar varios inconvenientes. El dolor que producen altera la forma de caminar y suele acarrear daños en las rodillas, caderas e incluso en la columna vertebral. Tu médico te indicará si amerita cirugía.
Tus pies, entonces, merecen el mayor cuidado. Aquí unos consejos básicos:
Examina regularmente tus pies, incluyendo la zona entre los dedos.
Usa zapatos cómodos y de talla adecuada.
Procura caminar descalzo tanto como puedas en superficies seguras.
Asea tus pies diariamente y sécalos muy bien.
Corta las uñas rectas y no demasiado. No cortes las esquinas: si te molestan suaviza con una lima.
Ante cualquier anomalía, no dudes en acudir al médico.